Igor Irigoyen Fuentes: “Me gusta vivir en un espacio que es lugar de acogida para diferentes culturas, nacionalidades y religiones”

San Francisco es un barrio histórico en Bilbao que brilla por su multiculturalidad, entre otros muchos aspectos. Sin embargo, puede resultar desconocido ya que sus apariciones en la prensa suelen ser esporádicas. Con el fin de conocer más el barrio desde dentro hablamos con Igor Irigoyen Fuentes, antiguo profesor en la Universidad de Deusto, miembro de la comunidad cristiana de San Francisco, Coordinador General de la Fundación Itaka-Escolapios y lo más importante: vecino de este barrio de la zona vieja de Bilbao.

P: El portal web Naiz publicó el pasado jueves 9 de noviembre una noticia que decía que los bilbotarras critican que el Ayuntamiento no tiene «ningún plan» para Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala. ¿Como vecino de este segundo barrio, está de acuerdo con esta supuesta inexistencia “de un plan”?

R: Sí, yo creo que esto expresa un malestar por parte de muchos vecinos y vecinas que está bastante justificado. Vivimos supuestamente en la “mejor ciudad de Europa”, como hace unos días se alardeaba, pero creo que en esta parte de Bilbao las instituciones carecen de ideas claras y de apuestas compartidas con el movimiento asociativo para desarrollar integralmente el barrio y mejorar la calidad de vida. Lo que sobre todo se les ocurre son intervenciones puntuales y más de imagen que de fondo. Aunque hay que reconocer que la valoración de las instituciones no puede ser uniforme: Surbisa, la sociedad municipal de rehabilitación, por ejemplo, creo que sí es un ente comprometido con el barrio y con su desarrollo integral.

P: Es usted un hombre que vive en familia y en el barrio hay muchos lugares de ocio para adultos: bares como el Café Nervión, restaurantes como el Ágape, Berebar, Borne,… ¿Existen también lugares de ocio para los más pequeños?

R: Pues ciertamente no, y considero que esta es una de las principales carencias del barrio. Las zonas de esparcimiento en las que los niños pueden jugar y disfrutar escasean, y en algunas que existen el ambiente no siempre es lo más amigable y acogedor para los pequeños. Es algo que claramente se debería mejorar.

P: Estos días, y hasta el domingo 26, se está celebrando El Festival Internacional de Arte Experimental MEM Bilbao y el barrio acoge partes del festival en locales como el bar Marzana 16 o la tienda Mongolia Gunea. ¿Está el barrio siempre tan rodeado de un ambiente artístico o sólo en momento puntuales?

R: Sí, ese tono artístico y de cultura moderna es algo que pretenden que sea un atractivo del barrio. Se hacen algunas cosas interesantes, pero lamentablemente a menudo están desconectadas del tejido social del barrio y se quedan en momentos puntuales, en los que viene determinada gente y ya está.

P: Es innegable que la diversidad cultural es uno de los aspectos fuertes de la zona que le da tanta fuerza y presencia. ¿Qué saca el barrio en positivo de esta multiculturalidad?

R: La multiculturalidad para mí es un elemento muy positivo del barrio, me gusta vivir en un espacio que es lugar de acogida para diferentes culturas, nacionalidades y religiones. Y pienso que, a pesar de la imagen que puede haber fuera, la convivencia es casi siempre tranquila y sin mayores problemas. Vivir en San Francisco permite respirar en el día a día esa diversidad y, si se abre la mente, ayuda a superar miedos y prejuicios. Además, hay momentos en que esa interculturalidad se visualiza y se celebra especialmente, como es la multitudinaria fiesta “Munduko Arrozak” que por junio organiza cada año el movimiento vecinal y asociativo del barrio.

P: La gerente de la asociación de comerciantes Begoña Castaño dijo lo siguiente en una entrevista para Deia: “Cada barrio destaca por su esencia. En Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala se han abierto negocios hosteleros que están dándole un impulso importante a esta zona. También hay tiendas diferentes, negocios pequeños que no encuentras en ningún otro sitio”. ¿Comparte usted la idea de que los vecinos hosteleros están dándole ese empuje al comercio de la zona?

R: Es cierto que se están poniendo en marcha bastantes locales y negocios novedosos, especialmente en calles y puntos concretos del barrio, y que eso puede revitalizar y atraer a nueva gente. También creo que algunos de estos locales, especialmente los bares para gente “moderna”, hípsters y demás no revierten demasiado en otros negocios de la zona o el conjunto del barrio, y dudo que esa gente se mezcle con el vecindario: simplemente cruzan el puente desde el Casco Viejo, van directamente al local de moda y después se van.

P: Otro tema bastante latente en el barrio es el de la implantación de las cámaras de seguridad, algo que el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha definido cómo “muy útil para determinadas investigaciones de la Ertzaintza». ¿Piensa usted que esto es sinónimo de prosperidad o que la limitación de la privacidad vence a la de la seguridad?

R: Yo soy crítico con esa medida de llenar el barrio de cámaras, que me parece propia de un estado policial. Pienso que respondió a una presión hacia el Ayuntamiento por parte de determinados sectores y también, por qué no decirlo, de cierta prensa que siempre se ha empeñado en presentar al barrio como un lugar peligroso o amenazador para el resto de la ciudad. Por lo demás, me parece una medida bastante inútil y que simplifica los problemas del barrio como si fueran sobre todo de seguridad, y no lo son.

P: El fenómeno de la gentrificación: ¿Cree que es una realidad que esté presente en el barrio? ¿Cree que tiene efectos negativos para los vecinos de siempre?

R: Gentrificación es un término que se ha puesto de moda últimamente, pero pienso que no siempre se usa correctamente. Hoy por hoy no creo que exista en San Francisco, porque gentrificación implica que los especuladores se van apropiando del barrio, expulsan a sus vecinos tradicionales, de clases bajas, y los sustituyen por otros vecinos y negocios de clases medias y altas. Este proceso no está ocurriendo así en Sanfran ya que no hay esos grandes intereses especulativos, al menos de momento. Además, bastantes de las viviendas del barrio son sociales, que están y estarán ocupadas por gente de escasos recursos. Otra cosa es que haya algunos elementos de la gentrificación, como por ejemplo la llegada a zonas concretas del barrio de nuevos tipos de vecinos más acomodados, o la apertura de nuevos negocios para ese público. Aunque lo cierto es que una gran parte de los locales comerciales del barrio están vacíos.

P: Siguiendo el hilo de la gentrificación y la ingente necesidad de cambios que tiene el ser humano, ¿conoce algo del barrio que siempre se haya mantenido impasible y piense que vaya a continuar así durante mucho tiempo?

R: Bueno, obviamente lo que más permanece en el barrio son los edificios. La gran mayoría de ellos son centenarios. Unos están en mejor estado que otros, pero en general sí se puede decir que ha habido un esfuerzo rehabilitador. Me parece que es un barrio que posee un cierto encanto a nivel arquitectónico y urbanístico.

Por otra parte, una característica que viene a lo largo de las décadas es la de ser barrio popular y de acogida, donde han llegado personas que se asientan en Bilbao procedentes de otros lugares, primero de España y luego de otros países. Eso también creo que es un rasgo que identifica a nuestro barrio y que me parece positivo.

Iñigo Mota

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