San Francisco y los otros

Mis amigos también evitan el barrio. Las expresiones menos amables se mezclan con la vida cotidiana de todos los días, convirtiéndolas en realidad para las mentes de los que no pisan con sus pies estas calles que no están a la altura de la bajeza que se les atribuye. Ese es el drama: la concepción de San Francisco ha sido construida desde el exterior con los ladrillos de la indiferencia; la teoría de Jean Paul Sartre, que defiende que el infierno son los demás, podría ser el estandarte de sus calles; el título del himno que todavía no poseen.

Sigue leyendo